La charla me pareció especialmente valiosa por la idea de "Balanza Emocional"; una perspectiva que me ha resultado muy útil desde entonces tanto para "entender" las reacciones de otras personas como para construir relaciones con química.
La Balanza Emocional es un concepto desarrollado por el propio Ferrán Ramón Cortés y que se basa en estudios de Covey, Hunter y de neurociencia.
Según esta perspectiva, en las relaciones interpersonales cada uno va poniendo ORO (que es lo que suma e incluye cosas como tiempo de escucha, reconocimiento, valentía para compartir lo personal, generosidad...) o PLOMO (que es lo que resta, por ejemplo, la crítica mal hecha, el desprecio o menosprecio, el descrédito público o esos "ataques de sinceridad" malentendida, entre otros).
Es importante tener en cuenta las reglas por las que se rige esta balanza:
- El plomo pesa más que el oro: aproximadamente 1 a 5. Es decir, para compensar una medida de plomo, harían falta cinco de oro. Aunque esta proporción no es rígida, pues depende del momento y de la persona. Si se combina alta sensibilidad emocional con baja seguridad personal, esta proporción se dispara (y viceversa). Decir en este punto que el reconocimiento es muy valioso, porque suma mucho oro. Hay que encontrar formas creativas de darlo.
- Plomo y oro pueden no ser lo mismo para distintas personas: y por eso, corremos el riesgo de confundir lo que damos. Y para ilustrar esta idea, Ferrán relató la historia de un nieto y su abuela, que cada vez que coincidían en una reunión familiar, acababan discutiendo a gritos sobre cualquier tontería. El nieto se propuso que -fuera lo que fuera lo que dijera su abuela- él no iba a formar parte de una discusión. Y estuvo varios meses soportando comentarios que despertaban su ira en silencio, hasta que un día estalló y participó de una discusión en la misma casa de su abuela. Ésta al despedirse de él en la puerta, con lágrimas en los ojos, le dijo que "estaba muy contenta porque después de tantos meses, por fin habían vuelto a hablar".
- Hay plomo absolutamente incompensable con nada: la balanza se rompe. Y no hay más receptividad al oro. La única solución entonces es limpiar la balanza: hablar del tema y disculparse. Y disculparse significa decir "Lo siento, me he equivocado, no volveré a hacerlo". En cambio decir "Lo siento pero es que tú... " no sirve como disculpa. Y aún así, la re-composición de la balanza no está garantizada.
- Hay oro que blinda las relaciones. Porque es muy potente, y casi siempre tiene que ver con su aportación en momentos especialmente difíciles, que es cuando es más valorado.
Durante el coloquio, una pregunta resultó especialmente interesante. ¿Cómo hacer ver a otras personas -sobre todo si son jefes- que sólo me dan plomo? Es una tarea delicada, pero que puede tener buenos resultados. En primer lugar, hay que poner mucha atención en hacerlo sin el más mínimo atisbo de crítica hacia su comportamiento, centrándome sólo en "cómo me siento YO", "lo que me pasa A MI", cada vez que hacen eso. El discurso debe ser del tipo... "Cada vez que haces esto, yo me siento así, y quería que lo supieras". Lo más probable es que la primera reacción sea de rechazo, porque nadie está preparado para recibir este tipo de mensajes, pero es también posible que luego venga una fase de reflexión que concluya en un cambio de comportamiento. Aunque no funcione siempre, vale la pena intentarlo. Al menos eso me ha parecido a mí.
Ferran Ramón Cortés terminó su charla con un consejo que me parece de gran valor:
Demos oro, porque no cuesta nada y se obtienen frutos muy valiosos.
Demos oro, porque no cuesta nada y se obtienen frutos muy valiosos.
9 comentarios:
A través de FB de Nuria Delsors, he mirado tu perfil y tu Blogg. Me ha entusiasmado el resumen de esta balanza emocional y veo reflejado en síntesis muchas de mis propias experiencias, tanto las positivas, como de las negativas (las más enriquecedoras-la madurez te hace más humilde y haces autocrítica con mucha más naturalidad-con total seguridad). Gracias.
Muchas gracias por tu comentario Epifanio y hasta muy pronto, espero. ¡Abrazos!
Gran entrada Myriam! Me ha gustado mucho
Gracias, Luis. Es una perspectiva nueva para mí, y que me está dando muy buenos resultados. ¡Beso!
Hola Myriam, soy Patricia Maguet de la red EOL. Me ha encantado el resumen! No es la primera vez que paso por aquí y siempre encuentro contenido de calidad y sobretodo inspirador.
La metáfora del oro y el plomo son geniales para entender y sobretodo para explicar cómo podemos cuidar las relaciones, especialmente las que más nos importan y queremos que duren.
La ratio 1:5 me ha llevado directamente al Dr. Gottman, experto en relaciones de pareja, que ya hablaba de esta proporción como regla de oro http://www.gottmanblog.com/2012/12/the-positive-perspective-dr-gottmans.html.
En cualquier caso está claro que el reconocimiento sincero mueve el mundo! No perdamos ninguna ocasión de compartirlo!
gracias myriam por resumir, concretar y compartir este valioso contenido.
Vamso a ver cuanto oro regalamos!!!
Gemma
Gracias, Patricia, por tus palabras y por tu recomendación. ¡Oro puro todo lo que dices! Un abrazo.
Gracias, Gemma!
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